Narrativa 6
Medellín, Viernes 6 de febrero
Se había previsto que mi intervención se realizaría en las
dos primeras horas de la jornada, sin embargo me encuentro con que tenemos
reunión de padres de familia.
Entramos al aula la profesora cooperadora y yo, a las
7:00 am empiezan a llegar los padres de familia, los niños hoy entran a las
8:30 am. Algunos padres llegan acompañados con los niños y además con los
hermanitos bebes. Mientras la profe conversa con cada papá, mamá o acudiente,
le hace observaciones acerca del comportamiento de sus hijos. Yo observo
cuidadosamente a los presentes y pareciera que empiezo a reconocer cada persona
presente por qué estudiante viene.
Una madre toma nota del desarrollo de la reunión y
acuerdos, la profe hace una oración “padre nuestro” cuando en su gran mayoría están
todos completos. Seguido hace una presentación de ella, habla de la misión, visión,
directivos, manual de convivencia y demás factores institucionales. Luego hace
un informe general del grupo y da sugerencias a cerca del acompañamiento desde
la casa por los padres en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
Algunos padres llegan tarde y desorientados, otros
acudientes son los hermanos mayores que a su vez son estudiantes de la misma
institución.
En las intervenciones de los padres; se quejan de que la
profesora no está calificando las tareas, que mandan el horario completo y sólo
escriben una plana y colorean una ficha, que están viniendo al colegio a hacer
nada. La respuesta de la profesora es que se deben llevar unos procesos y son
muy lentos en su paso a paso, por esta razón no se empieza llenando
cuadernos (las mamás discuten entre
ellas “tan cansona que es” “la hija de ella es la peor” “la profesora es buena”
“la profesora no les está enseñando, estoy de acuerdo”…
En ese preciso momento llega la coordinadora a observar
la reunión, luego interviene con su presentación y les dice que a propósito de
la discusión va a mencionar “cinco punticos” que los padres en la casa deben
trabajar con sus hijos:
1.
El
saludo
2.
Enseñarles
a los niños a quererse
3.
Enseñarles
el cuidado de lo otro
4.
La
puntualidad
Y el quinto nunca lo menciona, les da la bienvenida a un
nuevo año escolar y los invita a estar en constante acompañamiento de sus
hijos. La coordinadora traía consigo la asistencia de los padres y el formato
del protocolo de la reunión.
Ya los padres están afanados porque algunos van al
trabajo pero aún faltan puntos por desarrollar; se habla de los cuatro cuadernos
que los niños independientemente de cuál sea el horario deberán llevar siempre
(matemáticas, español, calidad y comuniquémonos), el tema de los refrigerios,
los acompañamientos en el salón por los padres cuando la profesora le requiera
y empezamos a organizar el comité. Para ello los padres proponen; organizar los
pupitres y además personalizarlos, lo que no es viable. Hacer una alcancía grupal,
a la que no se llega a ningún acuerdo por los manejos de dineros. La posibilidad
de otro día con el uniforme de educación física, y se acuerda venir el día martes también.
Los padres tienen muchas quejas “que a mi hijo le pegaron”
que a mi hija le quitan” “que a mi hijo le robaron” entre otras cosas, entonces
proponen que en la casa les enseñen a no ser violentos y que traigan lonchera
aparte para que la profesora se las ponga en un sitio seguro (la profe no
acepta, porque no hay espacio).
Es interesante observar como los padres de familia que más
objetan y proclaman inquietudes, son los papas de los niños y niñas más
indisciplinados en el aula. Hay mamás que llevan los problemas de los niños a
conflictos entre ellos “yo le voy a pedir profesora que no me siente a mi hija
al lado de ella, porque ellas eran amigas y ya no, son enemigas” “yo no quiero
que mi hija se junte con ella porque ella siempre viene muy sucia y
desorganizada, le quita la plata a mi hija”, yo me quedo literalmente asombrada
¿qué está pasando con la educación en los hogares y cuál es el rol del maestro
como orientador en una sociedad?.
Tengo la oportunidad de hacer una intervención para
presentarme a los padres de familia y darles las razones de mi presencia en la institución
y la de mis compañeros, les cuento un poco a cerca del trabajo que vamos a
desarrollar a partir de la lectura y la escritura. Así termina la reunión y por
último la profe me pide el favor de que llene el formato de protocolo y
desarrollo junto con los acuerdos a los que se llegaron.
Los estudiantes ingresan al salón y quedan en descanso. Al
entrar tengo ya el salón dispuesto para el desarrollo de mi primer plan; mesas alrededor,
libros en el centro y damos paso a
cantar, a leer y a realizar una manualidad retrato de los niños. La profesora
reparte antes de esto el refrigerio.
El desarrollo del resto de la jornada se fue solo en mi
propuesta, el resto del tiempo no estuvieron haciendo nada, solo les pegué el
plan curricular por periodo de cada área en el cuaderno de comuniquémonos,
luego los estudiantes se formaron para ir al baño (como ganando tiempo), luego
para salir y así termina la jornada.
Realizo el aseo con la colaboración de la señora del aseo
del colegio que a su vez es la mamá de uno de los estudiantes y me despido, la
profesora me felicita por la actividad y me dice que estuvo muy buena, “es una lástima
que estuvieran tan desordenados hoy”.
Lina Marcela Moguea Quiñones
Narrativa 5
Medellín, Miércoles
28 de enero
Para hoy debía traer para la
clase un cuento de una oveja para trabajar con los chicos la letra “o” de las
vocales a petición de la maestra cooperadora. Yo organizo además del cuento,
una canción con las vocales y las dibujo en fichas para pegarlas en el tablero,
sin embargo, de entrada la profesora me da las indicaciones de acuerdo a como
ella piensa dictar la clase el día de hoy. Me limito a exponer el cuento que
titula “La oveja perdida” y paso a repartir la ficha, con la oveja que los
estudiantes deben colorear. Los estudiantes que van terminando de colorear por
indicaciones de la profesora deben recortar la oveja y luego yo se las pegará
en el cuaderno de español.
Es la hora del descanso y los
estudiantes salen sin terminar la actividad en su gran mayoría, lo que me dice
la profe es que como hoy toca español y artística podríamos terminar con la
misma actividad. Mientras vuelven del descanso la profe dice constantemente, “este
grupo está muy difícil” y continua “que cansancio”. Al regreso “arriba las
manos. A la cabeza, arriba, en la cabeza” pero ni así logran quedarse en
silencio y en disposición para la clase, están demasiado excitados.
Continuamos con el recortado y
algunos con el coloreado todavía, la profe explica que encima de la oveja deben
escribir la fecha y el título del cuento.
Hay dos niños que están sentados
adelante uno detrás del otro, son los más pequeños; nunca siguen las
instrucciones, sólo juegan con unos jugueticos que llevan de la casa. Hay otro
niño que constantemente está corriendo por todo el salón, se mueve, se agacha,
se pone de pie, hace visita al compañero, hace de todo menos estar en disposición
para una clase.
Hay también otro estudiante que está
sentado en una esquina del salón, en un actitud muy fresca, cuando me le acerco
dice que adivine cuántos años tiene, y
luego me dice que tiene nueve años, que está en primero porque el papá lo sacó
dos veces antes para llevarlo para una finca, que él ya está muy grande. Todo eso
sin yo preguntarle, de igual manera he notado que es muy ágil, hace todo de
primeras aunque el resto de tiempo se la pase haciendo indisciplina.
Y por último hay un niño que ha
llorado toda la clase por un juguete que se le perdió y con la hermana que es
de otro grado consolándolo, he notado que ella siempre lo lleva al salón, lo
espera a que salga, durante el descanso están juntos, como si él dependiera del
cuidado de ella. Con todo esto la profesora continua, no se ha percatado de
estas situaciones, digo yo, o ha sido indiferente a ellas.
Hay estudiantes que rápidamente escribieron
el título, la fecha y se acercan a la profesora, ella les dice que escriban
bonito “borre eso, que está muy feo y hágalo bien bonito” y sigue ayudando a
recortar a los estudiantes, pidiendo silencio, parando en frente como castigos
a los indisciplinados, así continua.
Llega al salón un policía que al
parecer los estudiantes ya han visto anteriormente por la forma en que lo
saludan. La profesora pide que pongan su cuaderno de español con la oveja
dentro, encima del escritorio. Mientras el policía se dirige a ellos con su
campaña de prevención, yo debo recortar las ovejas y pegarlas en los cuadernos
para luego devolverles a ellos.
Cuando de pronto escucho que un
estudiante responde a la pregunta que les hace el policía -¿cuáles son las
drogas nocivas? “mi papá fuma marihuana, profe es en serio” y todos se ríen
naturalmente.
Cuando el policía nos abandona y habiéndoles
devuelto el cuaderno, la profesora expone la ficha que deben trabajar a
continuación; deben pintar en una columna el objeto cuyo nombre empiece por
cada vocal, en cada fila hay cuatro objetos y solo uno es el correcto, mientras
realizan la actividad yo les voy pegando la ficha en sus cuadernos.
Es una actividad que hacen rápidamente,
muy pocos de forma acertada, entonces les empiezo a corregir y me dicen “ah
profe yo sé que es esta la que empieza por la “e” pero yo quería pintar la
camisa también”, entonces identifico que no es falta de conocimiento, solo no
siguen instrucciones, ni atienden o hacen lo que el compañero de al lado hace.
Salimos al segundo y cuando
entramos la profesora los forma en la
puerta y nos dirigimos a la biblioteca donde la encargada de este espacio les
dará a los estudiantes una charla sobre el comportamiento, cuidado y uso del
espacio, los objetos que en él hay.
Los estudiantes están muy atentos
al mensaje, luego nos dirigimos de nuevo al salón. Al salir yo que quedo de
ultimas para prestar un libro y la encargada después de un suspiro dice “gracias
a Dios” y me pregunta “usted por qué eligió esta profesión, esto es muy difícil”,
yo sonrío y me retiro del salón pensando en el maestro esperanzado del que nos
habla Freire.
Cuando llego, son aproximadamente
las 11:30 y la profesora pide a sus estudiantes que guarden todo y se formen en
el pasillo para salir y, a mí que les ponga cuidado mientras ella barre. Estamos
un largo rato afuera hasta que por fin empiezan a salir y le comunico a la
profesora que ya están saliendo, ella se toma su tiempo, termina y luego sale
con los estudiantes.
Al regresar ya yo he terminado el
aseo, entonces me pregunta “qué cree usted, se logró el objetivo. Si estaban
trabajando?” pienso inmediatamente en la estructuración de un buen y organizado
plan de clase. Esta vez prefiero no
hacer un mayor comentario, me despido, acuerdo mi próxima sesión e intervención,
agradezco y me retiro.
Lina Marcela Moguea Quiñones
Narrativa 4
Medellín, 23 de Enero
del 2015
El día de hoy llego a la
institución José Asunción a las 7:00 am, los niños y niñas ya están ingresando al
colegio para iniciar un día más de escuela, además último día de la semana.
En la entrada hay un gran número
de padres que acompañan a sus hijos y luego regresan unos a sus labores otros a
su hogar, y así trascurre una mañana a los alrededores del colegio.
Al entrar me dirijo al segundo
piso donde supongo que esta mi cooperadora, acertadamente se encuentra allí con
el grupo 4°, entro, saludo “Buenos días chicos y chicas” en tono elevado,
entonces es cuando la profesora me comunica que por planeaciones del horario y
la calidad requiere que yo trabaje con otra cooperadora y otro grupo. Se dirige
conmigo hacía la cancha. Antes de llegar a los salones aledaños, le pregunto
-¿profe con qué grado me tocaría? Y ella me responde que con 1°, enseguida
entro en una suerte de pánico. Llegamos al salón, ella me presenta con la nueva
profesora y le recuerda la decisión que ya se había tomado, ella muy amable me
da la bienvenida y paso seguido nos dirigimos a la puerta del salón donde están
los niños y niñas en filas separadas dispuestos para entrar, pero con mucho algarabía.
La profesora se toma su tiempo
para indicarles el sentido de la fila, la organización y la disposición para entrar
al aula, primero las niñas, Luego los niños. Todos entran, descargan sus maletas
y la profesora da inicio con la oración de la institución, la cual ellos
recitan de memoria, seguido la profesora se dispone a leerles un cuento “La
tortuguita Ruby”, durante su lectura algunos niños no parecen muy atentos más
sin embargo cuando ella les pregunta algo responden muy bien.Cuando termina,
pide a sus estudiantes que saquen el cuaderno de comuniquémonos y escribe la
fecha en el tablero “Viernes 23, de enero” la cual ellos deben consignar su vez en el cuaderno.
Se toman mucho tiempo para
escribir la fecha porque la mayoría de ellos aún no manejan procesos de
escritura, luego la profesora les pide que dibujen las escenas del cuento, es
donde empiezan a decir que no saben hacer tortugas, hasta que hacen su dibujo y
comienzan a mostrarlo, parecen estar interesados, aunque a la hora de empezar a
leer un cuento la respuesta era que los cuentos son “para dormir y para dar
sueño”, curiosidades…
Ahora la profesora les indica que
guarden todo y que vayan al baño, yo me extraño y le pregunto que, por qué
hacía eso y ella me dice que “es para ir acostumbrándolos, como vienen de
preescolar” los estudiantes están en un proceso de adaptación.
Cuando regresan tocan el timbre y
los estudiantes salen al descanso. Me acerco a la biblioteca para cerciorarme
de que la “colección semilla” con la que vamos a trabajar en las diferentes
intervenciones efectivamente esté disponible y accesible para nosotros los practicantes.
Hay muchos estudiantes acercándose a los distintos cuentos que allí en la
biblioteca se encuentran y justo en un solo estan encuentro la compilación de
libros de la colección, empiezo a ojear el material, por segunda vez tengo la oportunidad
durante este curso. Esta vez hago la selección de los libros a trabajar.
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Cuentos de la Colección semilla |
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Cuentos de la Colección semilla |
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Cuentos de la Colección semilla |
Cuando entramos del descanso la
profesora pide que coloquen los cuadernos de comuniquémonos en su escritorio,
luego sacan sus cuadernos de calidad donde, a cada uno le pego el escudo,
después de dibujarlo y orientarlos para la actividad a realizar, en este caso
colorear. Mientras tanto la profesora califica el dibujo que realizaron del
cuento y escribe el nombre de cada uno.
Después de pintar el escudo y
escribirle encima “escudo de mi colegio” pasan a realizar una plana de cinco
renglones con sus nombres, cuando yo les haga entrega de sus cuadernos de comuniquémonos.
Algunos estudiantes lo hacen muy ágilmente, otros es la hora del segundo
descanso y aún no empiezan a escribir.
Luego cuando entramos del segundo
descanso la profesora le indica a los estudiantes que deben terminar la plana
del nombre en sus casa y en la siguiente página escriban “Nota”, se demoran largo rato en
organizarse y en hacer silencio. En seguida la profesora escribe debajo “traer
un cuaderno para áreas integradas y un cuaderno para español”, hasta que no
terminen de escribir la nota yo no los debo dejar salir del salón, uno por uno
van saliendo y me enseñan sus cuadernos, a los que se quedan sin escribir nada
yo les escribo la nota mientras la profesora barre el salón, cuando la profe
sale a formarlos para llevarlos a la salida, trapeo y termino de organizar las
filas.
Hoy me voy con la tarea de
planear la clase del día miércoles de la semana entrante para trabajar las
vocales. Es curiosa la conducta de algunos estudiantes que no saben escribir
absolutamente nada y otros que son muy rápidos, otros se ponen a llorar a la
hora de escribir una frase larga (como la nota). Hay estudiantes muy desubicados,
violentos y desatentos. Es un grupo de cuarenta y cinco estudiantes hasta el
momento, al parecer en su mayoría se conocen del año anterior, hay unos pocos
nuevos sin el uniforme.
Me queda un interrogante y es:
¿cómo hacer que el tiempo de la clase sea productivo y efectivo?, ya que son
aproximadamente cuatro horas de clase y la mayor parte del tiempo depende del, “no
pelee” “no le pegue” “no le quite” “no le coja” “escriba pues” “silencio por
favor” “¿usted puede hacer orden?” “vaya a su puesto” etc.
Lina Marcela Moguea Quiñones
Narrativa 3
Medellín, 26 de
Noviembre del 2014
En esta ocasión en la institución
no había estudiantes, era miércoles y para ese día, tenía planeado con
Katherine organizar hojas de vida y calificaciones, ya que al día siguiente,
jueves, se haría la entrega de notas a los padres de familia y al siguiente,
viernes, sería la despedida de los profesores, que se van de vacaciones.
Al llegar estaban reunidos el
comité de evaluación y promoción, entre ellos; la coordinadora, la profesora
Ana y Katherine, lo que significaba que me tocaba esperar a que terminara la
reunión, la cual nunca terminó, se hicieron las 12:00 pm y la profe todavía se
encontraba muy atareada. Yo por mi parte, me ubiqué en la sala de profes,
estaban algunos de ellos, otros no llegaban aun.
Conversaba con el profesor
Abdénago cuando llegó mi compañera Leidy Laura, Seguida por Sara, entonces
decidimos aprovechar el tiempo para buscar información del colegio. Estuvimos
en los pasillos, en los salones, en la biblioteca, en la cafetería y en la
cancha, donde el profesor de porrismo perteneciente al Inder, entrenaba con un
grupo de estudiantes.
Consultamos con los vigilantes,
nos detuvimos en las carteleras, con la secretaría y finalmente con la
coordinadora, quien muy amablemente, se comunicó con el rector para
preguntarle, qué información se le permitía mostrarnos. Luego se limitó a
hablarnos de los múltiples formatos que se manejan en el colegio, a contarnos
detalles sobre la institución y sobre todas las tareas que debe cumplir el
grupo de trabajo en un colegio, ante todo nos repetía eso; “en una institución,
todo hace parte de un grupo de trabajo”.
Mientras mis compañeras y yo
resolvíamos dudas y realizábamos un cuestionario, en la sala de profes, todos
rápidamente organizaban calificaciones e iban llegando a la coordinación con
los pendientes para que se les pudiera entregar el pasisalvo. Las primeras en
llegar fueron las profes de preescolar, quienes a excepción del resto ese mismo
día entregaron notas y no estarían presentes el día vienes, se iban de vacaciones.
Luego llegaron otros con problemas en la edición de las calificaciones y en un
loco afán.
Así terminó el año escolar 2014
para la institución José Asunción Silva y para nosotros, hasta el próximo año
donde entraré a estar, con el grado cuarto al lado de Katherine.
Lina Marcela Moguea Quiñones
Narrativa 2
Medellín, 21 de
Noviembre de 2014
Es viernes y hoy es la clausura,
hoy salen los estudiantes a vacaciones. Después de haber tenido dos semanas de
refuerzos, hoy se despiden; los que pasan derecho, los que se quedan pendientes
para el próximo año, los que pasaron el refuerzo y los que definitivamente no
les da para ganar el año escolar. Risas, lágrimas y emociones es lo que se
percibe por todos lados en el colegio.
Hoy me encuentro con la profesora
Francytalia, organizando el mosaico que cada profesor debe entregar, en este
caso cuarto, junto con hojas de vida, calificaciones, entre muchos otros formatos
que debe elaborar el maestro, al finalizar el año escolar.
Mientras estamos, la profe y yo
en el salón empiezan a llegar los estudiantes cada uno con algo de comer, al
parecer hoy todo será fiesta en la Institución José Asunción, traen buñuelos,
natilla, hojaldras, torta, gaseosas, confites, galletas…
Al terminar el
mosaico me dirijo al aula múltiple donde hoy estarán juntos los dos grados
quintos celebrando, además, de la clausura, su paso a otra etapa y horario de
clases. Al llegar, ya los padres de familia tienen todo más que listo, veo juegos,
globos, recreacionista, dj. Armaron una gran fiesta.
Aun no veo a mis estudiantes de
quinto dos, pero en un momento, a petición de Katherine bajaré a la cancha para reunirlos y tenerlos
bien organizados para la novena que estará a cargo del grado preescolar.
Bajo a la cancha y allí están
algunos de los estudiantes, otros están dispersos. Los reúno a todos y me
presento como una nueva profesora que los estará acompañando de hoy en
adelante. Fue un momento crucial porque es mi primer acercamiento con los
estudiantes y ese era precisamente el momento más temido, a la vez el más
esperado.
Todos muy complacientes
estuvieron sentados reunidos, excepto tres, son los mayores y los más grandes
del grupo, ellos no, ellos decidieron estar de pie, además aislados y por
ningún motivo quietos. Yo decidí dejarlos, al menos mientras empezaba la
actividad.
Lentamente se van organizando los
grupos, preescolar ya está dispuesto para su presentación, llegan los
profesores y con ellos Katherine quién me pide que me siente al lado de ella,
me empieza a dar detalles de los estudiantes y sus nombres primordialmente.
Es un día muy soleado y el sonido
no es el mejor, así que los demás estudiantes hablan, ríen, juegan, se quejan
del sol, hacen de todo menos escuchar a los niños de preescolar, por más que
las profes Olga y María pidan orden y silencio desde el micrófono.
Se decide trasladar a los
estudiantes al hall de la entrada del colegio, para mayor comodidad. Grado por
grado los va haciendo pasar la coordinadora,
esta vez desde el micrófono. Entonces es cuando notamos que dos grupos están
sin profesores a cargo, Giovanni esta con su grupo tercero dos, sólo y a
Diego
le corresponde el grupo tercero uno porque la profesora Angela está enferma y
no se sabe si vendrá hoy a la institución.
Entonces decido acercarme para
ayudar a ordenarlos, los llevamos primero al salón, después al hall para
escuchar nuevamente a los niños y niñas
de preescolar, quienes tienen su presentación lista para empezar. Los
estudiantes de tercero no quieren estar presentes, ni participar de esta
actividad, se lamentan y hacen indisciplina por más que les pidamos hagan
silencio y que tengan buen comportamiento. Al finalizar se hace la entrega de
las menciones de honor y se lee una extensa reflexión por la coordinadora, la
cual nadie escucha.
Nos dirigimos al salón, donde
cada grupo junto con su director, tienen una actividad preparada para hoy, sin
embargo este grupo, tercero dos no la tiene. Giovanni y yo nos preguntamos,
¿qué hacer?;
No hay nada preparado, hay
un grupo de estudiantes con ánimos de celebración, les tenemos que solucionar
algo. Mientras yo jugaba con ellos, Giovanni conseguía comida y bebida en
coordinación y con los otros profes, y así resolvimos la situación, entre
juego, concurso, baile y el aseo del salón se hicieron las 11:00am y es la hora
de la salida.
Me voy para el aula donde los
quintos están reunidos y es muy distinta la situación, con relación al grupo
anterior; todo está muy organizado, los estudiantes disfrutan de las
actividades que entre padres de familia y profesoras les prepararon para este
día, además hay muchos padres presentes, acompañando la celebración. Hay
organización, planeación, apoyo, unión e inversión, es lo que se nota a simple
vista.
Me ubico al lado de Khaterine
quien toma las fotografías, a la vez nos unimos en un ameno almuerzo junto con
los estudiantes que son los protagonistas de hoy. A las 12:00pm se les dan los
regalos y se despiden los estudiantes del grado quinto, viene cambios para su
vida escolar, están entusiasmados.
Es viernes y hoy experimenté el
cómo ingeniármelas para solucionar problemas, a la vez percibo la importancia
de la responsabilidad y la planeación del maestro en las distintas actividades
que le competen a la escuela y al mismo maestro también.
Lina Marcela Moguea Quiñones
Narrativa 1
Medellín, 12 de Noviembre de 2014
Pasillos, el patio, el restaurante, los baños, la cafetería,
la cancha, los asientos, los árboles, la biblioteca, la rectoría, la coordinación,
la sala de profesores, el aula de química, la sala de informática, las
carteleras, los valores, las normas, el altar, las imágenes de Dios y de María,
salones de clase, sillas individuales; en fila, una detrás de la otra. El
tablero, el escritorio, las reglas para la clase, el calendario, los
cumpleaños, Medellín digital, Medellín la más educada, una misión, una visión,
una política de calidad, un cuadro reflejando el rostro de José Asunción Silva,
el colegio.
¿Una entrada a qué?
Aun no lo sabíamos con certeza, lo único seguro era, que
faltaba algo, faltaba vida, faltaba el alma de este lugar, los estudiantes.
A vísperas de salir a vacaciones todos los sujetos participes
de este espacio. En la escuela, aún se encuentran los profesores, quienes
sorprendentemente “nos esperaban”, para enlazar su labor ya comenzada y la
nuestra apenas empezando.
Con guía en mano, la misma que se supone trato de narrar y
muchas recomendaciones de Manuel antes de entrar en el aula de informática,
donde, mejor que si lo hubiéramos ensayado, ingresamos uno por uno y saludamos
“Buenos Días”. Antes de esto, ya la coordinadora muy amablemente, luciendo unos
lentes oscuros (que luego sabríamos la razón) nos dio la bienvenida.
Estando todos allí reunidos, tenemos un orden del día: Llenar
formato de asistencia, presentación del
orden día: Lectura y canción “Parábola
del sembrador”, Nuestras Ofertas, Exposición en power point, y finalmente un diálogo
grupal. Quiero rescatar la actividad y a lo que nos convoca, “Qué ofrezco y qué
busco”, cartulina y crayola, empiezan a brotar las ideas para escribir algo
bueno, algo que suene bien, que sea prometedor.
Luego va a venir la elección de los grupos, entonces se
genera una discusión, sobre todo por parte de los profesores, cierta tensión en
el ambiente entre ellos. Imagino que se debe y se da siempre finalizando el año
escolar. Yo por mi parte pensé que era mejor por empatía. Que nosotros los
maestros en formación escogiéramos, ni siquiera por grado, al fin y al cabo,
allí estábamos para aprender, motivados y dispuestos.
Quién quiere preescolar, primeros, segundos y así
sucesivamente dirigía Manuel, ubicándonos cada uno, como mejor quisiéramos.
Quinto, con la profesora Katerine, esa fue mi prometedora elección.
Pasamos al receso y bueno, muchas cosas por decir, bien lo
dijo mi compañera Sara “necesitamos hacer catarsis”… antes de irnos a la
cafetería, la coordinadora nos dio una pequeña orientación sobre el colegio,
hicimos todos juntos acompañados por la coordinadora un recorrido por las
instalaciones del colegio y por fin nos encontrábamos en la cafetería “qué hay
de cien” Manuel siempre tiene algo así por decir. Compartimos un algo, sentados
en las gradas de la cancha y por ende conversamos de ese primer momento; lo
bueno, lo malo, a mejorar, a trabajar. Finalmente nos dice Manuel “nunca
muestren sus debilidades”, o algo parecido, así se me queda a mí.
Ahora cada cual, busca a su profesor o profesora para
untarnos un poco e irnos a los salones que esperaban a los niños y niñas que
refuerzan a las 10 am. Entré al salón detallaba el espacio, eran muchas sillas,
imaginé que eran demasiados niños y tenía razón, contábamos en quinto grado con
51 estudiantes. El salón está ubicado en el segundo piso y limita con la calle,
(pensé en el ruido), llega la profesora Katerine con dos niños que son los que
este día reforzaran y a medida que los refuerza me explica a mi cómo lo hace,
qué actividades les propone y cuál es la guía de apoyo propuesta para los
refuerzos.
Después de terminar el refuerzo Katerine y yo nos dirigimos
hacia la biblioteca para entregar unas cartillas de pruebas de competencias con
las que los estudiantes de quinto estuvieron trabajando el último periodo, allí
terminó mi tiempo con la profe porque
ella debía asistirá unas premiaciones de proyectos, ella dijo que
después me contaba con tiempo, de qué se trataba.
Este primer encuentro, en especial con Katerine fue excelente
y aunque no tuvimos tiempo de
profundizar bien, además que lo creo imposible. En cinco horas no es mucho el
trabajo que se puede hacer, pero ya Katerine empieza a darme ciertas
instrucciones nuevas para mí, además de que mientras reforzábamos a nuestros
alumnos ella les hablaba de español, de inglés, de lectoescritura, de
relaciones interpersonales, en un refuerzo de tecnología y lo hacía con tal sutileza que yo pensé que
es allí en la práctica donde se aprende el verdadero quehacer del maestro, en
esa cotidianidad de la escuela es donde nos formamos y reinventamos a partir
del conocimiento.
Lina Marcela Moguea Quiñones
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